La ruta del hierro invita al visitante a descubrir los recursos vinculados al proceso de obtención, transformación y comercialización del hierro. Los puntos de interés repartidos por el territorio permiten descubrir una de las acitividades económicas más importantes, que se desarrollaron en Andorra desde principios del XVII hasta finales del siglo XIX.
Minas, carboneras, hábitat minero y siderúrgico y ferrerías son algunos ejemplos de los puntos de este itinerario. Desde la Farga Rossell se puede seguir y descubrir otros puntos relacionados con el mundo del hierro: la mina de Llorts, el camino de los arrieros con un itinerario escultórico que homenajea a estos hombres de hierro, la Casa Areny -casa de uno de los mayores propietarios de ferrerías- o bien los productos manufacturados de las herrerías andorranas, como los que se pueden contemplar en la iglesia de San Martí de la Cortinada en un recorrido de aproximadamente una hora.
La mina de Llorts fue declarada zona arqueológica por la Ley 9/2003 del patrimonio cultural de Andorra. La umbría de Llorts fue una de las zonas de extracción de mineral de hierro para las ferrerías en el siglo XVII y, posteriormente, durante la primera mitad del siglo XIX.
Acondicionamiento de la entrada principal para la visita de la mina
Esta pequeña explotación del siglo XIX es uno de los vestigios de la extracción del hierro en los valles andorranos. Los trabajos de perforación se efectuaron sin utilizar puntales de madera y, en la parte delantera de la extracción, se observan los agujeros de las barrenas para el uso de la pólvora. Las reducidas dimensiones de las galerías ponen de manifiesto que se trata de una explotación sin demasiado éxito.
Detalle del recorrido de la mina.
Detalle de la entibación de acondicionamiento para la vista
Detalle de las hojas del camino
Textos recogidos de los propios paneles informativos de la Ruta del Ferro de Andorra.
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La mina es interesante, pero la visita guiada es un "timo", por 5 Euros te dan menos explicación que la que se encuentra en esta página. Nos dijeron que la visita duraba 12 minutos y no tardamos ni 5, la verdad es que salimos muy decepcionados.
ResponderEliminarInteresante comentario.
ResponderEliminarEs frecuente que la apertura de un espacio minero al gran público sacrifique cierta información de interés para los más afines a la minería, incluso a veces se pierde rigurosidad.
En el fondo es normal, ya que va dirigido a un público mucho más amplio que no necesariamente sabe nada de minería.
Es el precio no económico que hay que pagar para poder visitarlos. Mi consejo, preguntar y preguntar, y sobretodo, si no te convence el discurso, disfruta de la visita al margen del discurso turístico y no pierdas detalle. Luego investiga y saca tus propias conclusiones.
En cualquier caso me sabe mal que la visita guiada no estuviera a la altura, yo cuando fui estaba cerrado así que no pude ni entrar.
Un saludo y gracias por leer el blog y realizar comentarios.